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La vida cambia por momentos. Nunca sabes dónde vas a estar. Ni siquiera si vas a estar. Y para eso no hay doble rasero. Rico o pobre, listo o tonto, guapo o feo, bueno o malo… Todos sin excepción acaban pasando por el aro. Unos antes, otros más tarde, a sabiendas o sin avisarte, pero no puedes escaparte.

Lo que me resulta cuando menos extraño es el comportamiento de la gente en relación a estos casos. Y no hablo de casos cercanos, ahí más o menos todos seguimos unos patrones de comportamiento que nos salen solos o que nos han enseñado. Por supuesto el dolor guía siempre este tipo de situaciones. Algo que no alcanzo a comprender es por qué tenemos esa mala costumbre de buscar culpables o justificaciones a lo sucedido sin tener idea alguna delo que ha pasado. Oyes, lees, te cuentan un suceso y la primera reacción de algunas personas es buscar un nexo entre la desgracia y el día a día de la persona o personas en cuestión. Tristemente, este tipo de comportamientos van en aumento desde que existen las redes sociales. No damos tiempo de reacción, queremos inmediatez, culpabilizar, olvidar y seguir a lo nuestro. Nos creemos poderosos cuando no nos duele. Ya sea a voz alzada o escondidos tras el teclado y el monitor, lanzamos nuestra opinión sin pensar en las consecuencias de nuestras palabras. Y ojo a los más adeptos al facebook, twitter y demás. La palabra hablada se la lleva el viento (salvo que te graben) pero la palabra escrita ahí queda, es tangible, se puede leer una, dos y tres veces… ¡¡¡incluso más!!! Nunca sabemos hasta dónde pueden llegar nuestras palabras en los tiempos que corren y el daño que pueden llegar a causar.

Sé que es una reflexión escueta y que es un tema que generaría un debate arduo e interesante. Lo único que pretendo con esto es que intentemos todos (y por supuesto me incluyo) pensar un poco más antes de emitir cualquier juicio. Escucha, analiza, piensa, ponte en la piel de los demás… y si lo crees realmente conveniente, habla.

Es mi manera de verlo, pero acepto sugerencias, comentarios, correcciones… ¡Abridme la mente!

SME

One Comment

  1. No podría estar mas de acuerdo,tenemos que empezar a cambiar, empezando por mi por supuesto. Un saludo

    Vieri 🙂


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